Uno es un número solitario, Bruce Elliott

$19.000

Larry Camonille está en fuga. Después de escapar de la cárcel, se detiene, con su pulmón sobreviviente, a tomar aliento y a recuperar el gusto por la vida en una pensión de un pueblo de Ohio. Pero sigue en fuga. Nada lo hará retroceder. Necesita llegar hasta México y sus obstáculos tendrán forma de mujer: Vera, una viuda con cierta debilidad por la bebida, y la irresistible Jan, una ninfa de catorce años. Cada una lo seduce y esconde un plan criminal distinto para él.
 
La intensidad narrativa la da el ritmo cardíaco de la escapatoria. Así como la banda de sonido en sordina –Camonille es trompetista, admira a Dizzy Gillespie–, la novela se las arregla para componer una atmósfera que no da respiro. Dinámica hasta la impaciencia, la trama se come al lector: todos terminarán, tarde o temprano, probablemente a destiempo, en el mismo sitio, el infierno del thriller.
 
 

“No tengo idea cómo una novela tan buena pudo haber pasado inadvertida durante más de sesenta años”.
Ed Gorman


 
Bruce Elliott nació en Nueva York en 1914. Fue mago, guionista de televisión y escritor de novelas policiales, de aventuras y de ciencia ficción. Publicó las novelas You’ll Die Laughing (1945), Asylum Earth (1968) y The Rivet in Grandfather’s Neck (1970), varios cuentos en revistas populares estadounidenses de los años cuarenta y cincuenta y media docena de manuales sobre magia. En 1972, fue atropellado por un taxi y entró en coma; murió cuatro meses después, en 1973.
En vida de Elliott, Uno es un número solitario (aparecida en 1952) conoció tres ediciones con títulos distintos: One is a Lonely Number, The Cocktail Jungle y A Woman. En 2012, la editorial de clásicos noir Stark House la rescató en un volumen junto con Mi ángel tiene alas negras de Elliott Chaze, también publicada por La Bestia Equilátera.

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