Trenzas, Susana Szwarc

$15.000
«Este libro es una investigación y una invitación. Una investigación en el fondo opaco de las cosas que se nombran; una invitación a la luminosidad que adquieren las cosas cuando los nombres saben qué designan. El mérito de Susana Szwarc radica en el acercamiento a las cosas sin el pretexto de una intriga o una anécdota. El peso de las cosas está ya dado por una fuerza anterior al relato, por una gravedad que está en las palabras mismas y no en los desarrollos ni en las explicaciones. 
 
En Trenzas, la privacidad de un pequeño universo poblado de ambigüedades coloca al lector en una zona de suspenso. ¿Es, todo lo que se dice, real? Lo es en términos de una ficción responsable, no de las leyes de una verosimilitud preestablecida. Porque la realidad atenuada y discontinua de este texto yace en la escritura misma. Sin embargo, un mundo hecho de múltiples sustancias –la memoria, sus fantasmas y formas vacantes– queda convocado con nitidez y precisión. 
 
Contra un argumento muy antiguo que sostiene la supremacía de una estructura cuya previsión puede servir a todos los fines de la providencia, este providencial libro de Szwarc se obliga a ajustar sus partes a cada momento y animar con su aliento los engranajes de una emotiva y emocionante máquina verbal.»
Luis Chitarroni
 
Fragmento
 
Por fin llegaron los hijos al pueblo. ¿Por última vez?
 
Se llenaron de mate. Comieron asado. Sandía. Y le hicieron bromas a la hermana tonta. La que nunca se había ido del pueblo. La que sólo pronunciaba vocales. La que jugaba todo el tiempo con sus trenzas. O tomaba mamadera. Aunque a veces se prendía llorando de las tetas vacías de la madre.
 
No había más que una sola cama gigantesca.
 
–¿No prepararon las camas?
–Hoy ya es muy tarde.
–Sí.
–Vamos a dormir.
–Sí.
–Mañana armaremos los catres.
–Sí.
 
Se acostaron riendo en la cama común. Y miraron a la madre.
 
El padre se había quedado leyendo.
 
*
 
Esperó.
 
Salió a la noche... a mirar la noche... completamente negra.
 
Cuando ya todos parecían dormir, se acostó.
 
Escuchó en la oscuridad la voz de una de sus hijas.
 
–Papá.
–¿Qué?
–No puedo dormir... ¿me das la mano?
–Sí.
–Papá.
–¿Qué?
–¿Me contás un cuento?
–Vamos a despertar a los demás.
–No importa, tus cuentos son tan lindos.
 
*
 
¿No se ve acaso en una parte del sol un espacio negro?
 
*
 
Miraría otros ojos, otras manos. Contaría ausencias. Guardaría barro entre sus piernas. Un dolor todavía indecente. Retornaría.
 
*
 
A escondidas, descubrimos el cajón y besamos al padre muerto.
 
*
 
Se cubrieron todos los espejos de la casa. Se cubrieron todos los libros.
 
*
 
El tren atraviesa los pueblos. Se detiene en los caminos. Los pasajeros miran la noche. Esperan que alguien grite por mirar bien tanto vacío. Fuman.
 
Hasta que el tren reinicia su marcha, su monotonía. Irrumpe en la ciudad.
 
Autora
 
Susana Szwarc nació en Quitilipi, Chaco (1954). Publicó poesía y narrativa. En estos géneros se destacan El azar cruje (2006), Una felicidad liviana (2007) y El ojo de Celan (2014). También escribió literatura infantil y obras de teatro (como teatrista forma parte del Club Argentino de Kamishibai). Fue traducida al inglés, francés, alemán y chino, entre otras lenguas. Ha recibido diversos premios nacionales e internacionales..
Compartir: