Todo lo sólido se desvanece en la fluidez, Ignacio Lewkowicz

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Tristeza de las generaciones sin maestros. Nuestros maestros no son los profesores universitarios, los intelectuales comprometidos ni los militantes revolucionarios. Ignacio Lewkowicz fue un maestro sin alumnos. Fue más bien el amigo de nuestros precursores sombríos. Los gestos raros, su estilo punzante y conversado, una manera ingeniosa y polémica de plantear los problemas... Todo eso vino con Lewkowicz.  

Creímos redescubrirlo todo mientras lo estudiábamos: la muerte del Estado, el pensamiento en situación, las mutaciones del ciudadano y el consumidor, los interminables ajustes de cuentas con el marxismo, las posibilidades que nacen en la dispersión. Lewkowicz tenía un sentido genial de los pliegues históricos de la subjetividad; pero sobre todo, sabía captar las emergencias del presente. La potencia en lo que queda y en lo que hay. 

En Lewkowicz hay cierta fidelidad con el 2001. Una fidelidad sin nostalgia que transformamos en nuestro método de edición: cambiamos títulos, sonidos y puntuaciones. Todo lo sólido se desvanece en la fluidez es un libro que distintas generaciones leerán con fervor previo y una misteriosa lealtad.

Hoy Lewkowicz sigue siendo el maestro de una generación sin maestros. Extraña paradoja, la del destino de este autor: remover aire fresco, incluso si ese aire espeso, el aire de las ausencias, es difícil de respirar.

Ignacio Lewkowicz nació en 1961. Fue un historiador argentino, reconocido por sus estudios sobre la subjetividad. Sus investigaciones se nutren de la filosofía, el psicoanálisis, la arquitectura, la historia de las instituciones, la crítica de la economía política, la pedagogía y un largo etcétera. Su obra tiende al infinito. Publicó los libros ¿Se acabo la infancia? (con Corea, Lumen, 1999), Sucesos argentinos (Paidós, 2002), Del fragmento a la situación (con el Grupo Doce, Altamira, 2003; Red Editorial, 2021), Pensar sin Estado (Paidós, 2004), La historia sin objeto (con Campagno, Tinta Limón, 2010), entre otros. También existen un sinfín de ponencias, clases, entrevistas y artículos inéditos en diarios, revistas, escuelas, hospitales, grupos de estudios y universidades. Falleció en 2004 junto a su compañera Cristina Corea. Lewkowicz es el nombre de una cita mesiánica: el compromiso de un encuentro milagroso entre saberes, fracasos y experiencias.

 

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