Rosa o muerte, Margarita Roncarolo

Margarita Roncarolo acaba de sacar un nuevo libro. Eso ya se festeja. Pero, además, ¡qué libro Marga! Es como si te hubiera crecido un anexo, pequeñas sucursales de tu rosa-ser, en las que guarecernos desde ahora en nuestros cuartos y plazas. Son tus propias voces hechas tinta, son tus propias pieles -y pelos- plasmadas en pulpa de papel y Rosa –ése, tu rosa, que excede la pigmentación para expandirse a una declaración de identidad y credo-. Vos, que, no creo ser taaan exagerado si digo, vos, Marga, que sos una literatura con patas, vos misma sos eso que tantos algunxs rusos y rusas trataron de definir un siglo atrás, esa particularidad que convierte un texto en literatura, ese horizonte anhelado que algunxs llamaron ostranenie o extrañamiento, vos, Marga, que sos en sí misma una ostranenie con patas, voz ronca y apellido al tono, y el  pelo bien bien bien rosa, obvio, vos, Marga, que vas con tus patas llevando literatura en cada exhalada de oxígeno que trasladas, abonando nuestras posibles literaturas, por los cien barrios porteños y al infinito y más allá. Vos, Marga, que le sacás brillo a la pelusa más insulsa, para devolvernos perlitas flúo flotadoras a las que abrazarnos, para no hundirnos entre las embusteras conchas marinas del lirismo. Vos, Marga, que me motivás a mí mismo, y a algunos tantxs más, a salirme del lenguaje para volver a entrar, más fresquito, más rozagante, más rosadito, vos, Marga, ahora me entregás un pedacito de tu ostranenie, cual Crista literaria, para que yo pueda llevarlo en mi mochila, de acá para allá, y pueda, a cada rato, dejar que me saludes con un poco de extracto de literatura, que tan bien me hace para llevar la vida adelante y de frente.

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