ramona: debates en el arte al filo del milenio,
ramona muestra la importancia de escuchar a los artistas y la capacidad del arte para funcionar como catalizador de la producción de nuevas realidades y del cambio social. Esta fantástica colección de contribuciones de artistas a la revista homónima mapea las emociones sentidas durante la peor crisis social, económica y política de principios de siglo a través de escritos y conversaciones. ramona es un libro urgente para conocer el arte a través de los artistas.
Hans Ulrich Obrist
Si las claves de un país o una época circulan en revistas, blogs y tuits, ramona ha estado más cerca de esta pedacería efímera que de las ediciones “para guardar”. Sus textos sobre mercados de obras y de elogios hicieron creer que era para artistas, pero reenfocó las culturas argentinas, sus diásporas y arrinconamientos, las ciudades y peronismos que serían mejores para vivir. Resuelvo la arbitrariedad de cualquier listado con el pretexto de que autores mainstreams como Burucúa, Giunta, Piglia, Verón y otros no argentinos –Claire Bishop o Cuauhtémoc Medina– descifraron nudos en sus páginas con una irreverencia que contenían en sus libros: instituciones y movimientos que ahí siguen, desde arteBA hasta los feminismos y los experimentos comunitarios. Casi académica, casi de artistas, siempre teorizando, dice Sergio Avello. No: casi de extrañeza, replica Jacoby.
Néstor García Canclini
Los heterogéneos textos que se compilan en ramona son llevados por un deseo común por el arte. De diferentes maneras profesan la artefilia que puede entenderse en analogía con la filosofía. Uno se pregunta a menudo: ¿para qué sirve el arte? Como uno pregunta: ¿para qué sirve el conocimiento? Pero la filosofía es un deseo por “sofía”, por un conocimiento más allá de su posible uso. El deseo de conocimiento ya es conocimiento. Y el deseo de arte ya es arte. Por eso este libro es también una hermosa obra de arte.
Boris Groys
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