no toda la vida vamos a estar juntos, juan gabriel miño

$19.800

Bienvenides a un libro escrito para quienes creen sufrir la soledad y el abandono y todas las consecuencias de la incomprensión. Un universo desconcertante y verborrágico, que se recorre en bicicleta, entre las calles de una ciudad que se esfuerza por encontrar en su corazón roto la voz de la gran maestra de la literatura: la poesía. La velocidad del tiempo empuja una palabra junto a la otra para que lo mundano pueda dar lugar al delirio y así alcanzar algo de luz sin salir de la oscuridad. Les invito a andar en sótanos, ascensores y trenes. Departamentos alquilados. Rodar por las escaleras. Golpearse y pelear hasta ganarse un hematoma. Desear la muerte como si ella fuese la única testigo de la vida. Buscar desconocidos, enfrentarlos y perseguirlos. Suplicar por una tragedia solo para terminar con el aburrimiento. No toda la vida vamos a estar juntos es leer hasta que la mente pueda decir: Basta. Y nos deje aceptarnos un poco inútiles, un poco torpes y tan desesperados como para decir con nuestra última exhalación: No dejes de escribir, la poesía es la única que va a estar siempre.

Marie Gouiric

“Y tieneeeee… el corazón de poeta”, cantaba Jeanette. Lo más lindo de leer: la honestidad lírica de los corazones de poetas después del trabajo. Este anda escapando de la soledad, casi un socialité. Envía mensajes a sus haters. Escrito ahora parece de otro siglo. Los corazones de poetas no tienen tiempo y convierten cualquier bar en un portal. El alma de la fiesta. Enamorado y desenamorado, desencantado, socializando, sangrando y riendo sin escenario. Tiene rabia y la espuma sale a regañadientes; la frena hasta que se le escapa un pedido de ayuda orgásmico. El poema del bebé es buenísimo. Los otros también. Un poeta muy elogiado. Muy bueno. Tiene buen ojo. Está triste pero es tan gracioso. Puede observar aun durmiendo. Es muy inteligente. ¡Qué pena! Escenas, momentos, miércoles de cerveza. ¿Cómo terminará esta noche deliciosamente porteña y húmeda? ¿Le vendría bien un novio? ¿O un hijo? Otra cerveza. Otra persona. Otra ciudad. Otra vocación. Podría ser un buen crítico de arte. Se marea entre posibilidades y alternativas. ¿Muchas o pocas? Poquitísimas. El poeta en duelo por las personas que se van yendo de Argentina citando a sus amigos, sus colegas, sus corazones, sus poetas… Vicente Luy, Marie, Francisco y los que se les olvidó el nombre. No se puede todo.

 

Dani Umpi

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