Mujer peor, Lograr los logros | Urara | Alcanfor, Ana Ojeda

Liberada de la breve cárcel de la oración erudita y los personajes solemnes, Ana Ojeda enardece en Mujer peor su asalto literario-feminista-anticapitalista anunciado ya en Furor fulgor. En la primera de estas tres nouvelles, “Lograr los logros”, un trío de monjas busca reconvertir su convento, mancillado por una embarazosa irrupción nocturna, en un emprendimiento lucrativo; en “Urara”, una oficinista —¡HARTA! de una multinacional— dinamita el rito pavote y bienintencionado de los deseos navideños, brindando a la muerte de su jefe; por último, en “Alcanfor”, una anciana vuelve milagrosamente del alzhéimer para descubrir oscuro contubernio entre vecinos y sobrinos, que han aprovechado el impasse para despojarla del departamento en el que vive. En Ojeda, el canon literario deviene reprogramación política. Ya no se trata solo de desacatarse contra la absurda prohibición del uso del lenguaje inclusivo. Se trata de romper la unidad básica del castellano. Y de reírse de todo. ¡Viva la literatura!

Ana Ojeda nació en Buenos Aires en 1979. Es escritora y editora. Se recibió de licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires y publicó las novelas Modos de asedio (2007), Falso contacto (2012), No es lo que pensás (2015), Mosca blanca, mosca muerta (2017), Vikinga Bonsái (2019), Seda metamorfa (2021) y Furor fulgor (2022); los relatos de La invención de lo cotidiano (2013) y Necias y nercias (2017) y el volumen de microrrelatos (o poemitas en prosa) Motivos particulares (2013).

 

En Instagram es @anaojota.

 

 

La crítica dijo:

 

«Nada más atractivo que repensar el canon literario y el feminismo y el trabajo y tantas otras cosas según lo propone Mujer peor: sacándonos el sombrero por su solidez, deleitándonos con sus magníficas operaciones de lenguaje y riéndonos a carcajadas por su senido del humor. Uno de esos libros sísmicos, fundamentales».
María Sonia Cristof

 

«Ana Ojeda para la oreja y saca la lengua. Extrae de un tupper supuestamente limpio los restos de alguna lengua apenas bífida (¿castellano/argenta?) y los deja que se contagien de cualquier dialecto o bifurcación que su orejota musical vaya escuchando. La promiscuidad de géneros y hablas es poética y política. En Mujer peor, para colmo, hace cantar al engendro en rima. El resultado es desopilante».
Analía Couceyro

 

«Lo que Ana Ojeda está haciendo con el lenguaje en los sucesivos libros que va escribiendo es deslumbrante. No está escribiendo una obra; inventó una sintaxis. Es formidable».
Martín Kohan

 

 

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