mala letra, sara mesa

$20.500

La autora de este libro coge mal el lápiz. Lo ha cogido mal desde niña, cuando algunos profesores se empeñaban en corregirla porque «hay que escribir como Dios manda», e, incapaz de aprender, ha seguido cogiéndolo mal hasta el día de hoy, con todas las consecuencias. Porque... ¿puede acaso salir buena letra de un lápiz torcido? Ésta es una de las cuestiones que planean sobre este conjunto de cuentos: la de la escritura indócil, libre y acelerada, la escritura que araña y rasga la memoria, que destroza los recuerdos y hace de ellos otra cosa.

Las historias que aparecen en este volumen abordan temas como la culpa y la redención, la falta de libertad y esos «pequeños instantes, epifanías, revelaciones, imágenes que se abren, palabras que se desdoblan», cuando «algo se quiebra, y todo cambia». Niños que se resisten a obedecer y que viven con asombro y soledad el difícil proceso de crecer; chicas rebeldes cuya rebeldía es subterránea, rabiosa y poco aprovechable; seres atormentados –o no– por los remordimientos y las dudas; picabueyes y nutrias que representan agresión o consuelo; el desconcierto de vidas en apariencia normales que a veces encierran crímenes y otras únicamente el deseo de cometerlos.

Sara Mesa ha construido un conjunto sólido y coherente de voces con su ya peculiar estilo tensado y sin artificios, que se revela aún más depurado en el manejo de las formas cortas. La finalista del Premio Herralde de Novela 2012 con Cuatro por cuatro y autora de Cicatriz, perturbadora novela que obtuvo un notable éxito entre los lectores y la crítica, entrega ahora su libro quizá más personal e intimista.

Este libro confirma los diagnósticos de Rafael Chirbes: «Sara Mesa levanta una literatura de alto voltaje trabajada con precisión de orfebre», y Marta Sanz: «Una escritura desnuda y fría, repleta de imágenes poderosas que desasosiegan en la misma medida que magnetizan.»

«Sin duda posible, Sara Mesa es uno de los nombres del momento, y todo hace pensar que lo seguirá siendo –creciendo, acumulando, extendiéndose– en el futuro de la literatura española… Su realismo no es escueto. Sara Mesa se las ingenia –sabe hacerlo de maravilla– para crear atmósferas intrigantes, turbadoras, incluso terroríficas sin despegarse de lo reconocible, indagando, metiendo el dedo, hurgando en lances, escenarios y emociones, dando a sus personajes una profunda dimensión psicológica, inquietante a más no poder, que va mucho más allá del realismo del decorado y el paisaje, por lo demás minuciosamente descritos cuando procede… El universo de estos cuentos es un universo enfermo, doloroso, antipático, hasta podríamos decir que escabroso pero, empezando a leer, es imposible despegarse… Juego de espejos, ironía crítica, desdoblamiento, efecto de distanciamiento (para ir al grano): la escritora es la creadora y su criatura. Se hace sangre. Con una pregunta ajena, se pregunta y nos pregunta. ¿Qué opináis?, ¿os parezco tan desagradable?, ¿cómo sois vosotros? Gran libro» (Manuel Hidalgo, El Mundo).

«Una escritora muy sólida… Esta colección certifica la fecundidad de una imaginación muy porosa a los aspectos sórdidos, aunque velados, de una cotidianidad hostil… Los personajes de estas historias se hallan como disueltos en la realidad, pero sin formar parte de ella, repudiados de sus favores, desprotegidos y, no obstante, en permanente tensión de una ayuda que nunca llega. Sara Mesa registra admirablemente esa zona de penumbra con una escritura serena y vibrante a un tiempo y, con frecuencia, con trazos en apariencia desganados que crean la atmósfera de un contorno amenazante» (Francisco Solano, El País).

«La rebeldía es el tema en común de los relatos que Sara Mesa reúne en Mala letra, protagonizados por personajes problemáticos, varios de ellos niños que se resisten a obedecer y viven con desconcierto el proceso hacia la adolescencia… Un libro excelente y alegato contra la pedagogía que nos quiere hacer a todos iguales» (Elena Sierra, El Correo Español).

«Sara Mesa es buena escritora, muy atenta a los detalles psicológicos, cuidadora del estilo, algo que ya sabíamos por sus novelas» (J. M. Pozuelo Yvancos, ABC).

«Con una extensa capa de tragedia, la escritora sevillana condensa en breves narraciones la amargura de un ser sensible, variado en cada una de las historias» (Víctor González, Culturamas).

«Sara Mesa ha escrito once relatos llenos de recovecos, de espejos y de sorpresas, de momentos de nuestra vida cotidiana que sin embargo nos sorprenden de repente. Porque tiene una forma de construir los relatos de forma que nos deja ver nuestra realidad sin filtros… No se lo pierdan» (Antonio Martínez Asensio, blog de Antena3 Tiempo de silencio).

«Once relatos cortos que asustan como los de Edgar Alan Poe; que enternecen, como los de Haruki Murakami; que sorprenden, como los de Julio Cortázar; que descolocan, como los de Ray Bradbury; que llegan al alma, como los de Ernest Hemingway. La lección final de Mala Letra es que, por muy escondida que creamos tener nuestra infancia, por mucho que hayamos cerrado los cajones de la culpa, están ahí. Date la vuelta. Sí, ahí. Justo ahí» (Sara Vítores, InfoLibre).

«Once relatos potentes, algunos de ellos, magistrales, lo que para mí es “gran literatura”, sin artificios ni piruetas» (Eric Gras Cruz, El Periódico Mediterráneo).

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