La paz que los demonios temen, Diego Vigna

$17.000

Leticia Obeid escribe en la contratapa del libro:

En los últimos años, la literatura argentina ha visto florecer una narrativa que faltaba sobre la vida en los pueblos pequeños en general, y en la llanura pampeana –esa zona vasta que desdice los límites de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires– en particular. El rescate de unas identidades poco y mal representadas siempre es una buena noticia en el estado de cosas de la cultura hegemónica, experta en definirse desde un solo centro en nombre de todos. Ahora bien: ¿qué pasa cuando esos relatos no son elaborados desde el conocimiento de lo propio? ¿Ni desde el recuerdo nostálgico del terruño, melancolizado por la distancia?

Diego Vigna se propone responder esta pregunta a partir de una serie de cuentos construidos con un oído muy abierto para recoger delicadamente los relatos transmitidos por los criados en la llanura, quienes a su vez se hacen eco de mitos y leyendas de pueblos y pequeñas ciudades, con sus formas específicas de una vida urbana tejida con el campo –una palabra tan peligrosa como propio. Sin eludir esos peligros sino atravesándolos con mucha gracia, este libro nos trae, entre otras cosas, la música de los nombres codificados por afectos en común, el olor amenazante de una tormenta bíblica, la experiencia de habitar un carro fúnebre tuneado y la visión de un molino de viento alzando el vuelo, elementos propios de un tipo de realismo delirante a la medida del español-piamontés que se habla en la llamada cuenca lechera, donde el horizonte infinito siempre está a mano y el lenguaje es refugio, consuelo, lujo e imaginación, todo a la vez. Este libro es, entonces, un homenaje a ese idioma mutante y a esos personajes entrañables, singulares y universales como todo habitante de esa aldea originaria que existe pero no cualquiera sabe encontrar. 

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