la ficción del ahorro, carmen m. cáceres

$15.000

 

Posadas, verano de 2001. Una chica de veinte años vuelve desde Buenos Aires a la casa familiar para ayudar a extraer los dólares de la caja de seguridad de un banco. Son los ahorros de su madre y su segundo padre. En el contexto de la crisis y el malestar social creciente, contra el calor y sumida en la cadencia de provincia, el regreso a la ciudad natal despierta en ella una corriente de especulaciones acerca del dinero y la familia, el pasado y el futuro, la riqueza y la pobreza, la Capital y el interior. Mientras el relato avanza con el ritmo imparable de un río caudaloso, la corriente va sedimentando observaciones lúcidas junto a un dejo de humor y una fina ironía sobre las cíclicas crisis argentinas, y convierte a esta novela en una lectura reveladora, enormemente disfrutable, casi una catarsis o una epifanía.

Así empieza: «Conviene tener siempre un comienzo a disposición, algo dispuesto a arrancar en el preciso instante en que se dice ahora porque todo comienzo es una promesa de continuidad y a veces

—muchas veces— con la promesa alcanza. Así que esto empieza ahora, en el instante en que mi segundo padre se pone a buscar los fajos de cien dólares y a releer viejos títulos de autos o propiedades, como si buscara en ellos un ancla, una serenidad. Estamos en una sala angosta, rodeados de pequeñas cajas de seguridad empotradas en las paredes y en el centro una mesa que, contra todo pronóstico, es de madera maciza. El frío sintético del aire acondicionado cumple también un papel crucial. Afuera hace treinta y tres grados, pero los diecisiete del interior parecen garantizar que en esta sala las respuestas serán sólidas. A la caja 232 le sigue otra con el número 233 y en Posadas, capital de la provincia de Misiones, esos elementos bastan para conformar la bóveda del Banco City».

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