La crisis es el cuerpo, Jesse Lee Kercheval

Habrá quien pueda esquivar el horror. Jesse Lee no: se da de frente contra lo intolerable. Se queda y lo dice, y lo dice tan bien. Con todas las letras, con todas las palabras, incorporando idiomas y numeraciones, preguntas y respuestas, inventándoles estructuras y abriéndoles espacios como para anunciar, revuelta en músicas (y algo excelente: ¡su traductor sabe escuchar sus músicas!) que vivir es un gran descontrol se amor y sufrimiento. ¿hay premio por semejante sacrificio? Eso creo: para la autora, la posibilidad de percibir la maravilla con la misma intensidad. Para nosotros, sus lectores, estos poemas que nos desgarran y nos curan. Y nos desgarran otra vez. Y nos ofrecen algo así: “Podés, al menos, apoyarte acá”. Laura Wittner

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"La crisis es el cuerpo", de Jesse Lee Kercheval, una verdadero descubrimiento seleccionado y traducido por Ezequiel Zaidenwerg en el que se pueden encontrar, entre otros, versos así:
No importa cuánto amemos
nuestra piel, la vida
va a acabar con su tarea
y va a dejar bien muertos
nuestros cuerpos.
Los va a dejar abajo de la tierra,
tortugas en sus cajas,
que se ponen a oír a los insectos
y su respiración diminuta, brevísima;
que sentimos el pasto
que crece en nuestros huesos, la oscuridad
que nos rodea espesa como regaliz.

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