espectacular, fernanda laguna

Las cartas y textos de arte de Fernanda Laguna combinan la simpleza del vocabulario del amor con un secreto encriptado en cada palabra. Se tiene la sensación de leer y estar incompleto pero acompañado. El arte, coincidimos, es eso, estar incompletos pero acompañados. Hay en estas páginas una teoría tan pequeña y ambiciosa que se vuelve intransmisible.
Este es un libro de arte y vida, centrado en los objetos que producen los artistas, y en lo que irradian. Es un libro de sentimientos estancados, que por su insistencia nos enseñan que no es posible una teoría de la comunicación a través del arte, que solo resta entregarse a la excitación con lo sacro, que son las obras, que es el amor. Se puede ser curador y tener sentimientos: los textos de sala son cartas abiertas a los artistas, y las cartas más secretas e íntimas son textos de muestras. Fernanda se concentra tanto en los objetos como en las personas. Estos textos hablan de la valentía de no creer en las formas dadas, insisten en que en el arte no existe bien o mal. El arte no es una ciencia, y toda obra como experimento falla, y se vuelve única por ese intento. Si hay una frase que resume todo es la que brilla en la carta que le dedicó a Dilma, justo antes de que sea presidenta, y que muchos repetimos como un mantra: “pero para que el amor y la política funcionen hay que ser valientes”. Espectacular es el libro perfecto para los que aún estudiamos en la universidad de la paciencia.

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