el poder del mito, joseph campbell

Joseph Campbell se interesó por la mitología desde que era un niño que leía historias de aborígenes americanos y visitaba una y otra vez el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. Tras pasar por la Universidad de Columbia hizo el petate para viajar por toda latinoamerica con una idea en mente: las mitologías más universales del ser humano comparten el mismo molde. De Guatemala voló hasta París y siguió investigando el origen de las narrativas clásicas: de las leyendas artúricas al estudio del sánscrito y los orígenes de las fábulas fundacionales indoeuropeas.

Tras tantos años, dio con la conclusión de que el monomito era real: de la misma forma que muchas religiones se influencian unas a otras en su relato del origen o creación del mundo físico, también existen patrones que se repiten en cualquier cultura y que han construido la idea del periplo del héroe, del antagonista, del mentor… Así lo afirmaba en El héroe de las mil caras, un libro que dejó una profunda huella en George Lucas que más tarde afirmaría que sin aquella lectura jamás habría existido Star Wars. Joseph Campbell, diría el propio Lucas, era su Yoda particular.

El realizador quiso pagar su deuda invitando a Campbell a una proyección privada de la trilogía original. Su encuentro fue tal que posteriormente daría para la grabación de una serie documental de seis horas emitida por la cadena pública PBS en 1988 llamada El poder del mito y rodada en el rancho Skywalker. Se trataba de extensas entrevistas que Campbell mantuvo con el periodista Bill Moyers, posteriomente convertidas en un libro absolutamente revelador del mismo nombre, que aquí ha publicado Capitán Swing.

El poder del mito explica por qué Star Wars ha tenido el alcance que ha tenido en el mundo contemporáneo. Utilizando figuras mitológicas estándar, la historia del apellido Skywalker y los avatares de la galaxia reinterpretaron el periplo del héroe para el mundo capitalista. Darth Vader no es más que otra visión sobre la búsqueda del padre que ya estaba presente en el cristianismo, Obi-Wan Kenobi es un calco del maestro de armas japonés, y la Fuerza es otro apodo para el poder abstracto que somete o libera tan reconocible en la Antigua Grecia como en la magia de la mitología nórdica. Se trata, pues, de una lectura cultural increíble en forma de diálogo constante, sobre el alcance del monomito y cómo Star Wars es su reinterpretación moderna por excelencia.

“Después de aplaudir los peligros y hazañas de Luke Skywalker, Joe habló de cómo Lucas «había dado el más nuevo y enérgico impulso» a la clásica historia del héroe”, describía Bill Moyers un año después del fallecimiento del autor del pensador. Cuando Moyers le preguntó a qué se refería, Campbell contestó, “a lo que ya Goethe dijo en el Fausto, y que Lucas ha plasmado en un lenguaje moderno: la advertencia de que la tecnología no nos salvará. Nuestras computadoras, nuestras herramientas y máquinas no son suficientes. Hemos de apoyarnos en nuestra intuición, en nuestro ser más genuino”.

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