el pavo real blanco, d. h. lawrence

Novela inaugural de uno de los mayores escritores de principios del siglo XX, y llave de acceso imprescindible a su obra, se perciben ya en El pavo real blanco no pocas constantes de la literatura de D. H. Lawrence: las relaciones asimétricas y fluctuantes entre hombres y mujeres; el anhelo intelectual por la vida instintiva; una mística de la naturaleza, las flores y los animales; la desigualdad social y la fealdad del mundo industrial con sus cambios. Comenzada cuando tenía veinte años y publicada en 1911, fue un texto escrito y reescrito que en un sentido vital absorbió la juventud de Lawrence.
Partiendo de las premisas del idilio rural de la novela decimonónica, su escritura ofrece algunos de los pasajes más bellos de toda su obra y alcanza momentos de profunda emoción en las interacciones de sus personajes exquisitamente delineados.
 
D. H. Lawrence – Eastwood, 1885-1930. Hijo de un minero y una maestra, Lawrence se vio afectado desde joven por las opuestas aspiraciones de sus padres, cuyas feroces peleas retrataría en Hijos y amantes. En un sentido general, la obra de Lawrence oscila entre la crueldad y belleza que atribuía al mundo de su padre y el orbe refinado de la cultura que su madre no tuvo pero que deseó para él. Enfermizo y aislado, el pequeño Lawrence aprendió a compartir con su madre el sentido del paisaje y de las flores tan presentes en El pavo real blanco. Tras un breve desempeño como profesor, se dedicó de lleno a la literatura. El arcoíris fue publicado y prohibido en 1915, inaugurando así una larga y polémica batalla con la censura que culminaría con el escándalo de El amante de Lady Chatterley y la prohibición de sus pinturas. La mala salud lo obligó a desplazarse por Sicilia, Ceilán, Australia y Nuevo México, lugares de los que dejó más de una página memorable. Murió en Vence, Francia; sus cenizas descansan en Taos.

 

                                                 

Compartir: