dos maneras de dudar, diego vigna

$10.300

Dice Francisco Bitar:

La manera de singularizar la experiencia en la escritura, aparece en este libro no sólo en el modo en que Diego alterna relato y recuerdo sino también
en los puentes que construye de una cosa a la otra. Y lo hace de esta manera riesgosa: apelando al discurso del saber (en este libro se invocan los nombres de Héctor Schmucler y de John Berger, entre algunos otros). Digo que hay un riesgo en esto porque el recurso de la cita para en seco al relato. Sin embargo, Diego neutraliza el peligro. ¿Cómo lo hace? Ubicando a estos autores en su cotidianidad, en su propio cuadro de situación: volviendo a Schmucler y Berger sus personajes. Esto supone una nueva variante de la hibridación entre novela y ensayo: la del protagonista escritor-investigador académico que no sufre la necesidad de ir hacia la cita porque la cita ya está allí, Diego convive con ella. En esta zona entre relato y recuerdo, entre lo que termina y lo que sigue
resonando a pesar del final, se juega un motivo clave de la lectura, el de su posibilidad de ir más allá del libro. Porque no existe recuerdo sin su resto, sin la sensación de que el pasado nunca se termina.

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