Cuplá, yamila begné
Epifanio vuelve a su Cuplá natal para pasar las fiestas con su familia. Vuelve a un pueblo que cree monótono y cíclico. Observa a los que se quedaron, a sus padres, a sus vecinos, y a los que vienen a visitar como él, como sus hermanos. Hay algo en la atmósfera de Cuplá que la hace pesada, distinta, el espacio y el cuerpo reaccionan, se tocan, se transforman. Epifanio se muestra como un incomprendido y un tanto ermitaño, a medida que se avance en la historia nos encontraremos con otros personajes similares, como si estuvieran hermanados, como si desde el principio todo estuviera conectado. .
Cuplá encierra un misterio que Epifanio descubre. Los objetos no son lo que parecen, la historia del pueblo tampoco. Testimonios, cuadernos, el Archivo, son algunos de los elementos claves para desentrañar lo inexplicable. .
Begné tiene una escritura hipnótica. Te lleva de la prosa a la poesía y de la poesía a la prosa. Cada imagen, palabra, nombre y recuerdo están donde deben estar. Lo sensorial te transporta a un lugar nuevo, no cuesta nada imaginarse lo que la autora crea, casi como si conociéramos Cuplá de toda la vida, casi como si Epifanio fuera nuestro compañero de trabajo. La naturalidad en que todo fluye hace que este libro sea placentero y un total acierto.
reseña de: agusrecomiendacom.wordpress.com
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