Correr mucho, Vero Ferreyra
Correr mucho como exigencia para lograr que los pibes del barrio te dejen jugar al fútbol con ellos.
Correr para "jugar y no caer".
Correr mucho, nos remite una y otra vez a la infancia de la autora, y a la de tantes socializades como mujeres infancias colmadas de manda- tos y prohibiciones y de "verdades no dichas". Infancias chonguitas. Correr para exorcizar la infancia que no fue y llegar a la añorada en "la plaza de la Intendencia un 7 de Marzo". Correr para dejar atrás.
En el devenir de imágenes de la vida cotidiana, entre viejos rituales pueblerinos y los recién inventados para sobrevivir a la desolación urbana, la autora nos propone un clima de tensión entre ese universo y el deseo de otro mundo. La poesia aparece aquí, una vez más, como la herramienta que posibilita imaginar otra forma de vida posible, un acto vital que busca implantar identidad. La poesía como instrumento para sobrevivir y vislumbrar ese mundo en donde al decir de Audre Lorde "los más amplios horizontes de nuestras esperanzas y miedos están empedrados con nuestros poemas, labrados en la roca de las experiencias cotidianas".
Cuando era joven soñaba con un mundo donde las lesbianas pudieran escribir, vivir, amar, libremente. En un contexto de amenaza de guerra global, de derechización y consecuentemente incremento de la xenofobia y homolesbotransfobia, mi deseo pareceria lejano pero hemos avanzado mucho, este libro es prueba de ello y es para celebrarlo.
fabi tron
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