AUSENCIA Acerca de la cultura y la filosofía del Lejano Oriente, BYUNG-CHUL HAN

$17.900

“Para la sensibilidad oriental ni la constancia del ser, ni la perduración de la esencia hacen a lo bello. No son ni elegantes ni bellas las cosas que persisten, subsisten o insisten. Bello no es lo que sobresale o se destaca, sino lo que se retrae o cede; bello no es lo fijo, sino lo flotante. Bellas son cosas que llevan las huellas de la nada, que contienen en sí los rastros de su fin, las cosas que no son iguales a sí mismas. Bella no es la duración de un estado, sino la fugacidad de una transición. Bella no es la presencia total, sino un aquí que está recubierto de una ausencia.”

En su libro Shanzhai, Byung-Chul Han contraponía las nociones de original y de copia en China y Occidente, en un contrapunto que exhibía estructuras de pensamiento radicalmente diferentes. Profundizando el alcance de esa tarea comparativa, en este volumen se aborda un contraste anterior y más fundamental: mientras que en Occidente el pensamiento está siempre dominado por la figura del ser y de la esencia –Han descubre núcleos de pensamiento esencialista aun en los intentos más sostenidos por dejar atrás la metafísica, como en el caso de Heidegger, Deleuze y Derrida–, en el Lejano Oriente es la ausencia la que prima.

A través de un fino análisis de la arquitectura, las artes, el lenguaje, la comida y la gestualidad orientales, Han recoge los efectos culturales de esa discordancia. La espacialidad ni del todo abierta ni del todo cerrada del templo budista, que niega el efecto de interioridad de la arquitectura religiosa cristiana; la cocina oriental que carece del peso de un plato principal y tiene como ingrediente principal al arroz, vacío por su falta de color y su sabor desabrido; el acontecimiento sin sujeto que caracteriza los usos de algunas lenguas como el coreano y el chino antiguo; la reverencia del saludo japonés, que evita el contacto directo con la mirada de un “yo”, son todos elementos que trazan el perfil de una misteriosa cultura del vacío, muchas veces incomprensible desde Occidente, que se sustrae a las determinaciones del pensamiento esencialista.

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